Brindarle a tu felino un lugar donde pueda orinar y defecar, te evitará la molestia de encontrar heces por todos lados y percibir malos olores dentro del hogar.
Escoger el arenero ideal debe aportar seguridad, confianza e higiene. Por lo anterior, es importante que consideres diferentes aspectos a la hora de adquirir este recipiente para tu gatito.
Tamaño
Te recomiendo elegir una caja profunda donde pueda girarse y escarbar, ya que tienden a tapar sus necesidades una vez realizadas.
¿Con tapa o sin tapa?
Existen diferentes modelos. Los areneros abiertos suelen gustar más a los gatos, son más prácticos a la hora de limpiar y ocupan menos espacio a diferencia de uno cerrado.
Te recomiendo poner una alfombra alrededor debido a que muchas veces se pueden esconder residuos de arena en sus patas.
Los areneros cerrados son más discretos, retienen mejor los olores y evitan que la arena se salga del recipiente. Si tienes niños en casa, esta podría ser una opción para evitar que jueguen con la arena.
Dónde colocarlo
Evita ponerlo cerca de su recipiente de comida y bebida. Busca un lugar poco concurrido donde tu mascota no se incomode.
Cómo enseñarlo
Debido a sus instintos, ellos se ven atraídos por realizar sus necesidades fisiológicas en áreas similares a la tierra. Puedes acercarlo a su caja para que poco a poco se vaya familiarizando.
No olvides poner mucha atención de que tu gatito no se coma la arena.
Limpieza
- Establece una rutina de limpieza.
- Recoge con una pala los excrementos de tu gato a diario para que no se acumulen.
- Cambia la arena semanalmente o cada dos semanas dependiendo el tipo de arena que uses.
- Cada vez que cambies la arena, lava con agua y jabón. Si ves residuos deja remojar de 10 a 15 minutos para remover la suciedad.
La higiene y comodidad de nuestros mininos es importante. Es por esta razón que un arenero le proporcionará un lugar exclusivo para sus necesidades fisiológicas.